Pertenece a la categoría de Instrumentos de Cuerda frotada, su uso popular en en la Península Ibérica. Al decir Rabel, pasamos por el griego "Raphos", y por el latín "Rapum", que significa "rabo", lo que nos indica que el nombre Rabel, no se refiere al instrumento en sí, sino que al arco con el que se frotan las cuerdas, el cual está hecho con el pelo de la cola del caballo, se le llama también: rebec, rebab, rebeca, rabeba y rubeba.
Se conocen referencias del uso del Rabel, desde la Edad Media, ya sea por pinturas, grabados, ilustraciones, etcétera, pero se cree que su origen es más remoto aún.
Para su fabricación, se utiliza un trozo de madera ahuecado, que puede tomar diferentes formas, ya que no existe un patrón único. En cuanto a la cantidad de cuerdas, van desde las tres a solo una, dependiendo de las zonas y tipologías.
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