Son unos platillos de bronce pequeños, que se sostienen en los dedos pulgar y medio, con unas amarras de cuero, o elástico, para hacerlos sonar, es necesario juntar los dedos en los que están sujetos.
Antiguamente, en sus orígenes, eran instrumentos de madera, similares a las castañuelas, éstos, llegaron a reemplazar el chasquido de los dedos como acompañamiento en la danza.
En India, usan unos crótalos más grandes, llamados kártalos, y se utilizan principalmente en los cantos dedicados a los dioses.
En la danza del vientre, son manipulados por las bailarinas para acompañar sus coreografías o improvisaciones, se les llama también zilya, que significa platillos, y zagat, en árabe.
Maravillosa Ansuya, una maestra con los crótalos.
holi
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